El Cuerpo y la Sangre de Cristo

Conversiones, Milagros y Oraciones


Translate

martes, 6 de noviembre de 2018

La Hora Santa Reparadora



En su origen fue un mandato personal, del Sagrado Corazón de Jesús; el cual se lo comunicó, a la Hermana Margarita María de Alacoque, en 1674. La Hora Santa Reparadora es una devoción especial, y un ejercicio espiritual importante, que puede realizar cualquier persona; ya sea religiosa o laica, todas las noches del jueves al viernes; entre las 11 y las 12 horas, recordando la agonía de Jesús, en el Huerto de los Olivos. En este momento las iglesias están cerradas, y si no estás en un convento, tendrás que recluirte en una habitación de tu vivienda; en el recibidor, cuarto de estudio, o en el dormitorio; siempre y cuando nadie te inquiete. Con total tranquilidad, te arrodillarás delante de una imagen de Jesús; una estampa, un cuadro, o una figura; por ejemplo, un Crucifijo. Cualquier símbolo que te ayude a concentrarte, en este pasaje evangélico; el cual leerás a continuación.

La oración de Jesús en Getsemaní:

Saliendo, se fue, según costumbre, al monte de los Olivos, y le siguieron también sus discípulos. Llegado allí, díjoles: Orad para que no entréis en tentación. Se apartó de ellos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba, diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Se le apareció un ángel del Cielo que le confortaba. Lleno de angustia, oraba con más instancia; y sudó como gruesas gotas de sangre, que corrían hasta la tierra. Levantándose de la oración, vino a los discípulos, y encontrándolos adormilados por la tristeza, les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación”.

(Lc 22, 39-46).

Posteriormente esta plegaria: Señor, Jesús, en esta hora yo te acompaño, recordando lo que has padecido, en tu agonía de los Olivos, que aceptaste por Voluntad de tu Padre Celestial, para salvación de la humanidad. Jesús, yo te pido perdón, por todos los pecadores ingratos, que no valoran o que ignoran, lo que tú has hecho por ellos. Señor, te pido perdón, por todas esas ingratitudes. Y yo quiero consolarte ahora, en medio de mi silencio, y desde mi alma, durante esta Hora Santa. Amén.

(Oración del Adorador de Cristo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, cuidar el lenguaje y respetar las creencias.