El Cuerpo y la Sangre de Cristo

Conversiones, Milagros y Oraciones


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martes, 26 de febrero de 2019

Oración Poderosa a la Preciosa Sangre de Cristo

  
Oración Poderosa a la Preciosa Sangre de Cristo
Para sellarse y protegerse con la Sangre de Cristo
  
Señor Jesús, en tu Nombre, y con el Poder de tu Sangre Preciosa, sellamos a toda persona, o acontecimientos, a través de los cuales, el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos, cualquier potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo, en el cual nos moveremos hoy. Con el Poder de la Sangre de Cristo, sellamos los volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y las lagunas, los ríos, los océanos y los mares, y los límites de ellos con la tierra; sellamos el universo completo, con la Preciosa Sangre de Cristo.
  
Señor, te suplico que selles mi vida personal, con todas mis propiedades. Sello mi salvación con tu Preciosa Sangre, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean cubiertos. Sello con tu Sangre mis inquietudes, para estar seguro de alcanzar, la respuesta a mis necesidades. Sello mi corazón, para que no entre, ningún espíritu de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza, duda o miedo.
  
Sello con tu Sangre mi voluntad, para que esté presta siempre a hacer el bien, sello mi mente, para que solamente entren pensamientos, que me permitan alcanzar el gozo y la paz, y así cambiar mi manera de vivir. Sello con tu Sangre, Señor, mi cuerpo, para que reciba la salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades, debilidades y accidentes.
  
Sello mi pasado, para que toda herida, que aún me haga daño, sea sanada con tu Sangre bendita. Sello mi presente, para que todas mis actividades sean cubiertas, con tu Sangre protectora. Sello mi futuro, para que mis planes sean preservados, de todo ataque, y de toda influencia del maligno. Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa, y a todos los que habitan en ella (nombrarlos con nombre y apellidos). Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos a todas las personas, que el Señor enviará a nuestra casa, así como los alimentos y los bienes, que el Señor generosamente nos envíe, para nuestro sustento. Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos la tierra, las puertas, las ventanas, los objetos, la ropa, las paredes, los techos y los pisos, el aire que respiramos, y en la fe colocamos, un círculo de Su Sangre, alrededor de toda nuestra familia. Sello a mis seres queridos, a mis amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo (mencionarlos); para que todos sean protegidos.
  
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares, en donde vamos a estar este día, y también a las personas, empresas o instituciones, con quienes vamos a tratar (nombrar cada una de ellas). Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual; los negocios de toda nuestra familia; los vehículos de todos ellos; las carreteras; los aires; las vías y cualquier medio de transporte, que habremos de utilizar. Con tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones, de todos los habitantes, y dirigentes de nuestra patria, a fin de que tu Paz y tu Corazón reinen en ella.
  
Sello mi economía, para que se derrame oportunamente, tu Providencia en mi vida; para que la prosperidad llegue con la prudencia. Invoco tu Sangre Preciosa sobre mi boca, y sello mis palabras, para que sean únicamente de bendición.
  
Tu Sangre Preciosa me haga invencible, cuando se nos acerque el enemigo; nos permita reconocerlo y vencerlo, por la invocación de tu Nombre. Sello todo mi ser, y me aseguro bajo tu protección, para que me libres de toda acechanza del mal. Con el Poder de la Sangre de Jesucristo, rompo y destruyo toda potestad de interferencia, y la tentación del maligno.
  
Jesús, yo te pido, que envíes a tu Santísima Madre, para que se haga presente, en mi hogar y en mi trabajo, y me acompañe, con San Miguel Arcángel, San Gabriel, San Rafael y mi Ángel de la Guarda. Gracias Señor, por tu Sangre Preciosa, ya que por ella, somos preservados de todo mal. Tu Sangre nos hace fuertes. Bendito y alabado seas por siempre Señor. Amén.
  
Comentario: Existen varias versiones de esta plegaria, muy parecidas; que están publicadas en Internet, y en libros devocionales. Esta versión mía, inspirada en las anteriores, la reformé el 12 de noviembre de 2018. Se la recomiendo a las personas que leen mi blog; para uso diario; y especialmente, cuando se tenga un problema muy grave; seas creyente o no. Cristo atiende por igual.

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